01. ¿Cómo afecta el conflicto entre Rusia y Ucrania a los mercados energéticos? - Introducción
La Unión Europea se resiste, de momento, a aplicar el veto a las importaciones de petróleo ruso anunciadas por Estados Unidos y por el Reino Unido, puesto que su dependencia energética de Rusia es mucho mayor.
La Unión Europea ha optado por implementar diversas sanciones:
Estas sanciones suponen un paso adelante para aislar a Rusia, de manera que la Unión Europea puede y ha decidido hacerlo porque, de momento, no se puede prohibir la importación de gas o de petróleo ruso. Lo que sí pueden hacer es tratar de reducir la dependencia energética de Rusia, incluso durante este año, para llegar a desengancharse energéticamente de Rusia en el año 2030, aunque hay países que ya están diciendo que esta desconexión energética podría llegar antes de la fecha marcada.
El martes, 8 de marzo, presentaron una batería de medidas muy importantes, dirigidas a que Rusia no acumule reservas con las cuales puedan financiar la guerra en Ucrania.
¿Qué va a hacer la Unión Europea para reducir su independencia energética de Rusia? A medio plazo siguen planteando buscar otros proveedores, además de potenciar las energías renovables. Pero, de forma inmediata, hay que garantizar el suministro de este invierno, y para ello plantean reservas de gas obligatorias que los países van a tener que rellenar al 90% de su capacidad ya para este mes de octubre. Quieren protegerlas del mal uso de los propietarios o proveedores calificando las infraestructuras críticas, de manera que podrían multar o expulsar al propietario si no cumple con los compromisos establecidos.
La Comisión Europea también quiere tratar de mitigar el impacto que todo este escenario está teniendo en las facturas de consumidores y empresas. Para ello, por primera vez se abre a limitar los precios de la energía para que no dependan tanto de la volatilidad del gas y también a poner un impuesto a las grandes empresas energéticas para repartir sus beneficios extra. Además, plantea un programa de ayudas de estado similar al que se ha utilizado durante la pandemia.
De momento, con el gas natural licuado, comprado en mayor medida a Estados Unidos podemos, según Bruselas, ser independientes del gas ruso hasta el final de este invierno. En verano, habrá que llenar de nuevo las reservas, que ahora mismo se encuentran bajo mínimos históricos, y ahí volverán los problemas, ya que no es fácil sustituir de golpe a Moscú.
Rusia nos vende en petróleo el 27% de lo que necesita Europa, aunque hay grandes diferencias entre países. Por ejemplo, para Alemania supone más de un tercio de su consumo, mientras que para España, la cifra se sitúa por debajo del 2%. Respecto al gas natural, más del 40% que necesitan los 27 países que forman la Unión Europea viene de Rusia. Por países, mientras el gas ruso cubre dos tercios del consumo alemán, en España solo supone el 10%.
Los países más dependientes frenan, de momento, la decisión del bloque de los 27 países que forman la Unión Europea de seguir a Londres y Washington en su veto al petróleo ruso. En lo que sí coinciden es en el impacto que provoca este veto. “Un estallido de precios comparable en brutalidad al shock petrolero de 1973”, en palabras de Pierre Moscovici, ministro francés de finanzas. Además, avisa que no puede haber ayudas públicas masivas como en 1973, puesto que supondría avivar el fuego, alimentando la inflación mientras se estanca el crecimiento, entrando en el peor de los escenarios, la estanflación.
¿Cómo afecta el conflicto entre Rusia y Ucrania a los mercados energéticos?
Cerrar [X]Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recopilar datos estadísticos sobre hábitos de navegación. El uso de cookies es necesario para la notificación de incidencias. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies